Deslumbres

Resplandece el amor

del caminante en oración

por la senda del valor

¿donde está tu monte Sión?

Resplandece la flor

de aromas en primavera

por la senda del valor

hallarás luz verdadera

Resplandece, caminante, tu alegría

Ella en la nube de tu memoria

y su sonrisa dibujada

en el vuelo del halcón

en la espuma de la marea

resplandece tu monte Sión

Resplandecen tus pisadas

en el fuego, la tierra y la hierba

enemigo muerto a estocadas

y kilómetros hacia el Sol

del alto mediodía, del recuerdo en oro

resplandecerá tu rostro

cuando veas el monte Sión


José A. Peig

  

Narración en audio: J y P

Hasta donde puedo entender, la idea base de esta microhistoria es el recuerdo de una forma de amor y una belleza específicas, quizás relacionadas con personas reales y con la nostalgia, con historias que pudieron ser y no fueron, y otras todavía vigentes, pero ante todo se menciona el "Ello", palabra rara e improvisada con la que me refiero a la idea del andrógino o el sexo de los ángeles, pues tal como afirma la Palabra de Dios, en el reino celestial existirá una belleza exquisita donde lo masculino y lo femenino formarán un ser unificado, ni hombre ni mujer, sino, efectivamente, ángeles que se aman. Es una evocación sobre el amor ideal, pero también sobre personas reales cuya belleza puede acercarse mucho a esa idea del andrógino, aunque inevitablemente la figura que me inspiró es una figura imaginaria. Es una composición intuitiva, dejándome embargar por la emoción originada por ese amor que es real en cuanto a cómo la oración, junto con la imaginación, nos hace casi tocar las cosas del Cielo. Arte y teología es ahora mismo un bonito tema sobre el que empezar a descubrir y a desarrollar. Por último, también es un acto de Fe por medio del cual creer ( en el pálpito de la fantasía, trascendiendo lo real) que la belleza física externa - tal y como será en el Reino de Dios - se corresponde con la nobleza del alma, poder afirmar severamente que la Belleza es la Verdad, y la Verdad Belleza.

Sereno

Como ruge el mar

me ruge el alma

Como ruge el viento

el corazón palpita

sereno en la tempestad

Como las nubes grises

un aire de acero y agua

y todo se estremece

sereno en la tempestad

Como ruge el mar

me ruge el alma

Como el silencio enfurecido

el alma grita de furia

pero un ángel viene y susurra

sereno en la tempestad

Como ruge el mar

me ruge el alma

José A. Peig

Para que no se enfríe el amor

Estar vacío de versos

por justicia a un hombre

y a lo que siente

Vacío de versos

esperando en la lumbre

y si no los escribo

será por respeto a su Nombre

Buscar hueco en sus ojos

por alegrías de una tarde

las que siempre vuelven

en sonidos de vientos

moviendo el alma

ráfaga y latido

hasta el encuentro...

Para que no se enfríe el amor

paseos de Sol y estrellas

y siempre tú

tan lejos, tan cerca

para que no se enfríe el amor...

Estar cargado de conciencia

por lo vivido y lo soñado

canción de dulzura

himnos de fortaleza

de tu imagen diestra

y de la mía sin perfil ni sombra

todo lo que puedo sentir

todo lo que puedo decir...

para que no se enfríe el amor...

Lidiando contra todo

nada debe perderse

nadie debe ser dañado

matando demonios

para poder amarte

estar cargado de conciencia

por una regla que no conozco

perdido en el juego

sin perfil ni sombra

solo sé esperar...

Para que no se enfríe el amor

paseos de Sol y estrellas

y siempre tú

tan lejos, tan cerca

para que no se enfríe el amor



José A. Peig